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Ngugi wa Thiong'o y el Realismo Mágico Africano


Queríamos presentar al autor Ngugi wa Thiong'o, desde Kenia, y representante por excelencia del “realismo mágico” africano. Cuentero, escritor, poeta y periodista. Acá les damos una pequeña muestra de su libro “El Diablo en la Cruz”, el cual escribió desde la cárcel en su lengua natal el gikuyu, donde se encontraba sin juicio en uno de los múltiples intentos del gobierno keniano por silenciarlo. La novela -la cual nos encantaría compartir, pero que el maldito mundo de las copyright lo limita ahorita solo a una determinada parte del mundo-, es demoledora y crítica, donde nos radiografía una Kenia neocolonial que bien podría ser cualquier lugar que sucumba a las garras del imperialismo.

Ngugi analiza la importancia de diversos factores que confluyen en la construcción de la nueva Kenia: El papel de la mujer, el orgullo de tener cultura propia, y el pertenecer a una clase que en el final de la obra nos muestra que aún hay lugar para la lucha y la esperanza.


Esperamos disfruten de este corto relato que de alguna manera queremos les seduzcan a aventurarse en sus obras.


Parábola del maestro de ceremonias de la asamblea de ladrones


“… Porque el reino de las artimañas se puede comparar con aquel gobernador que previó que llegaría el día en que sería expulsado de un cierto país por las masas y por la guerrilla en busca de su libertad. Su corazón estaba afligido y trataba de determinar la forma de proteger todas las propiedades que había acumulado en ese país y mantener por otros medios su poder sobre los nativos. Se preguntó: “¿qué hacer, cuando veo que estas gentes de mis señoriós están a punto de expulsarme de las plantaciones y de las fábricas que he cuidado para ellos? Ya no puedo cultivar los campos; ya no puedo trabajar con mis manos. Y si espero a que me echen a punta de pistola del país viviré siempre avergonzado por la falacia de todas esas horripilantes historias que les he contado sobre el invencible poder de los carros blindados y de las bombas y porque siempre he intentado demostrarles que la raza blanca nunca puede ser dominada por la raza negra. Y cuando gane la guerrilla, y se haga con todo el país, nunca seré capaz de recuperar esas plantaciones y esas industrias. Este té, este arroz, este algodón, este café, estas piedras preciosas, estos hoteles, estas tiendas, estas fábricas, estos frutos de su precioso sudor estarán ya perdidos para mí. Pero ya sé lo que de debo hacer para que cuando salga por la puerta grande hacia mi propio país pueda volver aquí por la puerta trasera y ser bien recibido plantando entonces una semilla que enraice más profundamente que las que planté antes”.


Llamó a todos sus leales sirvientes esclavos. Les enseño todos los ardides terrenales que conocía y especialmente el truco de mezclar el robo y el hurto con los más dulces perfumes, y truco de envolver el veneno con una capa de azúcar, y muchos trucos para dividir a los trabajadores y a los campesinos del país por medio de la corrupción y apelando a cuestiones de tribus y religión. Cuando acabó, les informó de que estaba a punto de partir a su país allende los mares.


Cuando oyeron que su señor y su amo estaba apunto de partir, sus leales esclavos y sirvientes se rasgaron las vestiduras, embadurnaron de ceniza sus cuerpos y cayeron de rodillas: “¿Como puedes irte y abandonarnos como huérfanos, cuando sabes muy bien que hemos perseguido a las masas y hemos perpetrado innumerables crímenes en tu nombre? ¿No juraste acaso que nunca abandonarías estas tierras? ¿Cómo puedes dejarnos a merced de la guerrilla nacionalista?”.


Y su señor, su amo, les dijo: “Hombres de poca fe. Que vuestros corazones no se espanten porque debéis confiar en el Dios que yo os he enseñado y también debéis confiar en mí, intérprete de su voluntad. Tengo muchas formas e satisfacer mis deseos en esta tierra. Si no fuera así, ya os lo hubiera dicho, para que hubierais podido tener suficiente tiempo para largaros o para encontrar sogas con las que colgaros antes de ser atrapados por lxs patriotas. Pero lo que yo ahora deseo hacer es preparaos una posición de liderazgo, y añadir un poco más a esas migajas que habéis recogido de mi mesa. Y más tarde volveré con grandes cantidades de dinero e innumerables bancos y también traeré carros blindados y fusiles y bombas y aviones y yo estaré con vosotros y vosotros conmigo para que siempre nos amemos lxs unos a lxs otros y comamos juntos. Yo, platos exquisitos, y vosotros recogiendo los magníficos restos”.


Y vino a suceder que, cuando el señor estaba a punto de regresar a su hogar en el extranjero, volvió a reunir a sus criados y les dio las llaves de la tierra, diciéndoles: “La guerrilla patriótica y las masas de este país no se decepcionarán porque todos vosotros sois negros, como ellxs, y ellxs cantarán: 'Mirad, ahora nuestra propia gente tiene las llaves de nuestro país; mirad, ahora nuestro propio pueblo negro lleva el timón. ¿Para qué hemos estado luchando sino es para esto? Depongamos las armas y cantemos himnos de alabanza a nuestros señores negros'”.


Y entonces les dio sus propiedades y sus bienes, para que los cuidaran y los inclementáran y multiplicara. A uno le dio un capital de 500,000 chelines, a otro 200,000 chelines, y a otro 100,000 chelines, a cada criado una suma acorde con la lealtad con que había servido a su amo, había seguido su fe y había compartido su suerte. Y el señor se fue, por la puerta grande.


Y el criado que había recibido 500,000 chelines inmediatamente salió y compró productos a bajo precio a lxs campesinxs, y se los vendió a lxs trabajadorxs urbanos a un precio más alto, y de esta forma logró un beneficio de 500,000 chelines. Y el que había recibido 200,000 chelines hizo lo mismo: compró barato a lxs productorxs y vendió caro a lxs consumidorxs y también consiguió un beneficio de 200,000 chelines. Pero el que había recibido sólo 100,000 chelines pensó que el era más listo y pasó revista a su vida, a la de las masas populares y a la del amo que se había marchado a un país extranjero. Y empezó a hablar consigo mismo, diciendo: “Este señor y amo siempre ha alardeado de que él había desarrollado este país con tan sólo la ayuda de un pequeño capital que trajo consigo y gritando ¡Capital! ¡Capital! Veamos Ahora qué capital consigue beneficios sin que se mezcle con el sudor de lxs trabajadxs, o comprando barato el trabajo de lxs campesinxs y de lxs trabajadorxs. Si produce beneficio él sólo, sabré sin ninguna clase de duda que es el dinero lo que desarrolla un país”. Entonces fue y puso los 100,000 chelines en una lata, la cerró y cavó un hoyo junto a un platanero donde lo enterró. Y antes de que muchos días pasaran el señor volvió al país, por la puerta trasera, para comprobar el estado de las propiedades que había dejado detrás. Llamó a sus criados para que le rindieran cuentas de las propiedades y el dinero que había dado a cada uno. El que había recibido 500,000 chelines dijo: “Mi amo y señor, me dejaste un capital de 500,000 chelines. Lo he doblado.” Y el señor estuvo encantado y exclamó, “¿Cien por cien de beneficios? Una fantástica tasa de beneficios. Lo has hecho bien, mi buen y fiel sirviente. Has probado que se te puede confiar una pequeña propiedad. Ahora te haré capataz de muchas empresas. Ven y comparte la felicidad y la alegría de tu señor. Te haré director gerente de las sucursales locales de mis bancos aquí y te nombraré director de ciertas compañías. También te daré unas cuantas acciones de esas compañias. Desde hoy no dejaré que mi casa sea muy visible. Tú me representarás en este país”.


Y el que había recibido 200,000 chelines vino y dijo a su amo: “Mi amo y señor, me dejaste 200,000 chelines. Contempla, tu capital ha rendido otros 200,000 chelines”. Y el señor habló y dijo: “¡Magnífico, es realmente magnífico: que elevada tasa de beneficio! Un país estable para la inversión. Lo has hecho bien mi buen y leas criado. Has probado que se te puede confiar una pequeña propiedad, y te haré capataz de muchas empresas. Comparte la felicidad y la prosperidad de tu amo. Te haré jefe de ventas de las sucursales locales de mis industrias y director de muchas otras compañías que te mostraré. También te daré unas pocas participaciones. Desde hoy esconderé mi cara. Permaneceré entre bambalinas y tú permanecerás en la puerta y en las ventanas para que tu cara sea siempre visible. Serás el perro guardián de mis inversiones en tu país. Y al que le habían sido dados los 100,000 chelines dio un paso adelante y le dijo a su amo: “Tú, amo y señor, miembro de la raza blanca ¡He descubierto tus trucos! También he descubierto tu verdadero nombre. Imperialista, ese es tu verdadero nombre y eres un amo cruel. ¿Por qué? Porque recoges donde has plantado. Te apropias de cosas que no has regado con tu sudor. Te has nombrado a ti mismo distribuidor de cosas que nunca has ayudado a producir. ¿Por qué? Sólo porque eres el poseedor del capital. Y así, fui y enterré tu dinero en el suelo para ver si tu dinero daría algo sin ser fertilizado por mi sudor o el de cualquiera. Contempla, aquí esta tus 100,000 chelines, exactamente lo que me dejaste. Ahora te devuelvo tu capital. Cuéntelo y comprueba que no se ha perdido ni un sólo centavo. Pero lo más importante es esto: mi propio sudor me ha provisto de alimentos para comer, agua para beber y un refugio para dormir. ¡Ja! Nunca me arrodillaré de nuevo ante el inanimado dios del dinero. Jamás volveré a ser esclavo. Ahora mis ojos se han abierto. SI hoy uno mis manos con todos aquellos que han decidido ser los dueños de su propio sudor, no habrá límite a la riqueza que podamos producir para nuestro pueblo y nuestro país.


El amo lo miró con profundo resentimiento en los ojos, con gran dolor en su corazón. Entonces le dijo: “Tú, criado malo, desleal y vago, miembro de un clan rebelde. ¡Por que no has puesto el dinero en un banco o lo has dejado en manos de quienes negocian con él, para que a mi vuelta hubiera podido recoger un pequeño interés? ¿Es que no sabes cuanto me duele encontrar que has enterrado mi capital en un tumba como si fuera un cadáver? ¿Y quién te ha revelado el secreto de mi nombre? ¿Quien te ha aconsejado rechazarme, sólo porque cosecho lo que nunca he plantado y me aprovecho de cosas sobre las que nunca he vertido ningún sudor? ¿Quien te ha dicho que acaparar y ahorras no son tareas arduas? ¡No! ¡Vosotros los negros sois incapaces de alumbrar esos pensamientos rebeldes! ¡No! ¡Vosotros los negros sois incapaces de planear y cortar las cuerdas que os atan a vuestros amos! Por tanto, habéis tenido que ser engañados por los comunistas. Habéis debido de recibir esas ideas peligrosas del partido de lxs trabajadorxs y campesinxs. Sí, vuestra mente esta envenenada por ideas comunistas. El comunismo… os habéis convertido en una verdadera amenaza para la paz y la estabilidad que había en este país para mí y para mis representantes locales, los guardianes locales de mis propiedades. Ahora vais a sentir la llama de un fuego que os hará olvidar mi nombre para siempre. ¡Arrestadle, ahora, antes de que extienda esos venenosos pensamientos a otrxs trabajadorxs y campesinxs y les enseñe que el poder de la unidad organizada es más fuerte que todas mis bombas y todos mis vehículos blindados! Tomad lo poco que tiene y divididlo entre vosotros. Porque al hombre rico todo le es dado, y al pobre todo le será quitado, hasta lo poco que guarda como reserva. Éste es el más importante de mis mandamientos. ¿Que estáis esperando? Id y traed a la policía y a los militares para arrestar a este tipo que ha tenido la audacia de rechazar la esclavitud. ¡Arrojadle a la cárcel o confinarle a la mas absoluta oscuridad, para que su familia sólo recoja lágrimas y crujir dientes!”.


“¡Bien! ¡Bien! Habéis hecho un buen trabajo. Aplicad el mismo tratamiento a todxs lxs rebeldes así lxs trabajadorxs estarán demasiado asustados para hacer huelgas en demanda de salarios más altos o para coger las armas y romper las cadenas de la esclavitud. Y a vosotros, desde ahora, no os llamaré más esclavos o sirvientes en público. Ahora sois mis verdaderos amigos. ¿Por qué? Porque incluso después de os entregara las llaves de vuestro propio país habéis continuado obedeciendo mis mandamientos y protegiendo mis propiedades, haciendo que mi capital alcance una alta tasa de beneficio similar al que yo mismo conseguía cuando tenía las llaves de vuestro país. Por lo tanto, no os volveré a llamar siervos de nuevo. Porque un siervo o conoce los pensamientos y las intenciones de su amo. Y os llamaré mis amigos porque conocéis, y dejaré que sigáis conociendo, todos mis planes para este país y os daré de todo lo que adquiera para que podáis tener la fuerza y la motivación para romper los cráneos que hablan sobre las 'masas', sin trazas de seriedad.”


-¡Larga vida a la paz, el amor y a la unidad entre mi persona y mis representantes locales! ¿Qué hay de malo en eso? Vosotros mordéis dos veces y yo muerdo cuatro veces. Idiotizaremos a las crédula masas. ¡Larga vida a la estabilidad para el progreso! ¡Larga vida al progreso para el beneficio! ¡Larga vida a los expertos extranjeros y expatriados!”



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