Inicialmente nos hemos interesado en el arte de encuadernación y del tejido, ya que nos permite plasmar, dibujar, escribir y confeccionar realidades.

Compartiremos algunos de los tipos de encuadernado que iremos aprendiendo, como el tipo Japonés, de una costura sencilla, y que es muy práctico para hacer apuntes. Este tipo de costura consiste en reunir hojas sueltas y coserlas a las tapas a través de unos orificios realizados en la parte superior del libro,  por medio del hilo iremos rodeando el lomo y las esquinas, generando una estructura resistente.

La tipo Belga que está inspirada a partir de las costuras japonesas, pero creada con la intensión de obtener una apertura completa, tanto en las tapas como en el interior. Las tapas y el lomo, cosidos entre si, funcionan como soporte para el interior del libro, que se cose en cuadernillos a través de pliegos doblados al medio. La costura queda expuesta, por lo que es muy recomendable utilizar hilos de colores intensos que contrasten con las tapas que estarán cubiertas por tela, papel o cartón. Esta encuadernación es muy práctica y permite una mayor comodidad al momento de escribir.

También aprendimos un tipo de costura que es muy cómoda y sencilla, que es la tapa dura,  en esta cubrimos las tapas con tela lisa o estampada, cuando es lisa  preferiblemente las pintamos y luego las cubrimos con una capita de resina para hacerla más resistente.

 

Hay una infinidad de recursos y materiales para hacer los tipos de costuras que más nos gusten,  hay muchas variables para jugar y modificar a gusto.

Para cubrir las tapas se pueden usar todo tipo de telas lisas, estampadas e impresas.  También podemos optar por papeles, que nos permiten usar ilustraciones, fotos y todo tipo de imágenes, y aprovechar la variedad en gramajes, colores y texturas que encontremos.

La rigidez de las tapas permiten la aplicación de varios detalles y terminaciones, como cierres elásticos, enganches para lapices, bajo relieve en seco entre otros.